Felices los sordos, los ciegos y los mudos, que tienen
el privilegio de no percibir a los idiotas del mundo
Hay dos cosas en esta vida
que jamás nunca quisiera oír
y son las que les doy a conocer:
“las palabras necias de los idiotas”
porque son causa de molestia al espíritu;
y “las disculpas idiotas de los necios”
porque muy tarde son ya dichas
después de dichas las primeras
Hay dos cosas en esta vida
que jamás nunca quisiera ver
y son las que les doy a conocer:
“las prepotentes acciones de los idiotas”
porque hirientes son el modo de sus obras;
y “la benevolencia idiota de los prepotentes”
porque es hipócritamente hecha
luego de hechas las primeras
Hay dos cosas en esta vida
que jamás nunca quisiera decir
y son las que les doy a conocer:
“que sería prudente hablar con el idiota”
porque de conversaciones nada entendería;
y “que su idiota hablar puede ser prudente”
porque creer esto sería tan peligroso
como peligroso es creer lo primero
viernes, 7 de septiembre de 2007
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