¿VICIO O ENFERMEDAD?

Para todos aquellos que gustan usar calificativos,
cuyos significados,
nada tienen que ver con las acepciones del idioma:

Dicen que es enfermedad... ¿En base a qué razón?
Enfermos son aquellos que de cáncer padecen...
Los que por afecciones del cuerpo palidecen...
Enfermos son aquellos que tienen malo el corazón

Dicen que están enfermos ¡Como si fuera verdad...!
Enfermos son los que para vivir precisan de insulina...
Los que por mordedura, sufren de rabia canina...
Enfermos, los que sus males reciben por heredad...

Enfermos son los que tienen la molestia de un cólico...
Enfermos aquellos que tienen deficiencia de mente...
¡No puede ser enfermo el drogadicto o el alcohólico!

Las cosas tienen apelativo y nombre correspondiente...
Seamos valientes y no tengamos el carácter bucólico...
¡Al caído en vicio, llamémosle vicioso sencillamente!

LO INENTENDIBLE

Dedicado con verdadero aprecio

a aquellos talentosos y valientes poetas y críticos literarios

de la poesía “sub-realista” contemporánea:
A los unos por escribirlas y a los otros por criticarlas...

Silente luna
claro
sol
espectáculo de luz y alas de metal
verde mar
oscuro cielo
razón
de lo divino
negra mortaja
ha herido
el alma mía

el alma tuya.

En tu mirada... mirada de profundo cielo
ha jugueteado
sublime dolor
canción
de lo etéreo
poeta del silencio.

Mercachifle
de lo vacuo,
eminencia
de un Dios dormido
acicalado
en la profundidad.

Maremagnum
pragmático
esculpido en el bullicio
de la Minerva.

NOTA ACLARATORIA DEL AUTOR
POR RESPETO AL AMABLE LECTOR:

Al calor de mis desvaríos,
singular poesía un día hice
y por más que lo quise,
puse tan sólo mis mejores bríos

Y así como usted poco entiende
de éstas líneas su significado,
este autor por más que ha tratado,

mucho menos las comprende...

EL PRADO Y EL BODRIO

Dedicado a esos escultores que con martillo y cincel,

arruinan las bellas y naturales formas de una peña:

En rotonda te eriges con tu fea facha;
pétreo armatoste, de ridículo tallado;
pues el cincel con que fuiste creado,
fue manejado por mano borracha

Dicen que tres caras componen tu faz
que pusieron a mirar el azul del cielo;
porque si observaran éstas al suelo,

el susto, nadie soportarlo sería capaz

No se sabe si eres plátano engarzado
o espantoso homenaje a la salteña;
más pareces la penosa contraseña,
de un escultor de cerebro desorganizado

Y para que aún sea más horrorosa la visión
te izaron pavorosamente sobre delgado tubo;
y como jamás nunca, gigantesco bidé hubo,
tu nalga enjuaga, con su estúpida irrigación

Cuando el transeúnte te ve, sólo se sonroja;
pues pareces una cosa, que más que cosa,
imitas una extraña, tétrica e invertida babosa,
que por arriba se seca y por abajo se moja

Y ahí, horripilante te muestras al mundo;
pues, los pendones que te rodean reverentes,
en lugar que al viento flameen elegantes,

ventilan en la brisa, su pánico nauseabundo