Desde seguro confín postrero
su Majestad ordena la batalla;
complicados son muro y valla
en el centro mismo del tablero
Aguda arma es el Alfil artero
entre camuflaje de infantería;
en sesgo afinará la puntería
pues tiene el ojo muy certero
El rocín no tendrá caballero,
mas tiene paso muy singular;
tras ese su ágil salto angular
atacar y cubrir será lo primero
El camino limpiará leal escudero
al marchar felino de la Soberana;
aunque su salida no es temprana
muy rara vez sobrevive al acero
Magia del enroque es cancerbero
que la ardua contienda complica
ídem el contrario monarca replica
sin importar el giro del segundero
Recorre la Atalaya el desfiladero
con su imponente y pesada figura;
su acometida lineal todo lo fisura
hasta culminar en el séptimo alero
Cerca está mortal jaque venidero
habrá de acabar la dura jornada;
caerá el Rey por tiempo o espada
en lo claro y oscuro del sendero
Y será en este combate verdadero,
sin importar quien salga triunfante,
que el odio durará sólo un instante
en el corazón del camarada sincero
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